Cuando se realiza una reforma integral en una vivienda o local, uno de los aspectos más importantes es la electricidad. Las instalaciones eléctricas de reformas no solo deben ser funcionales y seguras, sino también adaptarse a las necesidades actuales en cuanto a eficiencia energética, conectividad y diseño.
1. Estudio previo y diseño del proyecto
El primer paso es realizar un estudio previo del espacio y las necesidades del cliente. Esto incluye:
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Número y tipo de estancias (cocina, baño, salón, etc.)
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Potencia contratada estimada
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Cantidad de enchufes, interruptores y puntos de luz
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Necesidades especiales: domótica, puntos de carga USB, iluminación exterior, etc.
Con esta información se diseña un plano eléctrico que servirá como base para comenzar los trabajos.
2. Marcado de rozas y canalizaciones
Una vez definido el plano, se procede al marcado de rozas, es decir, los recorridos que seguirán los cables dentro de la pared. Se dibujan en las paredes los trazados de las canalizaciones eléctricas, donde irán los tubos corrugados que alojarán los conductores.
Este paso debe ser muy preciso para que todo encaje correctamente: los puntos de luz, los mecanismos, el cuadro general y cualquier derivación futura.
3. Realización de rozas y colocación de tubos
Tras marcar, se realiza la apertura de las rozas, generalmente con máquinas específicas que cortan el yeso o ladrillo. Después, se instalan los tubos corrugados (conduit), que servirán para pasar los cables eléctricos posteriormente. También se colocan las cajas de registro, los huecos para mecanismos (enchufes e interruptores) y cualquier otra previsión.
Este paso puede generar bastante polvo, por lo que es uno de los más invasivos en la obra.
4. Paso de cables y cableado general
Una vez que los tubos están instalados y fijados, se comienza con el paso de los cables. En una reforma se utilizan conductores de diferentes secciones (1,5 mm², 2,5 mm², 6 mm²…) según el circuito: iluminación, enchufes, cocina, aire acondicionado, etc.
El electricista debe identificar claramente cada conductor para evitar errores y seguir los colores normativos: marrón o negro para fase, azul para neutro y verde/amarillo para tierra.
5. Instalación del cuadro eléctrico
El siguiente paso es la instalación del cuadro eléctrico general, que es el corazón de toda la red. En él se montan:
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Interruptor general automático (IGA)
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Interruptor diferencial (ID)
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Pequeños interruptores automáticos (PIAs) para cada circuito
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Protector contra sobretensiones si se desea
El cuadro debe montarse siguiendo el REBT (Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión) y puede incluir dispositivos inteligentes como contactores o temporizadores si se desea automatización.
6. Colocación de mecanismos y luminarias
Una vez cableado todo el sistema y con el cuadro eléctrico en marcha, se instalan los mecanismos eléctricos: enchufes, interruptores, conmutadores, reguladores de luz, termostatos, etc. También se instalan las luminarias si ya están definidas.
Este es uno de los pasos finales y más visuales del proceso, por lo que se realiza con especial cuidado para mantener una estética limpia y funcional.
7. Pruebas, verificación y entrega de instalación
Con todo montado, se hacen pruebas de funcionamiento, verificación de continuidad, comprobación de tomas de tierra, revisión del diferencial y medición de tensiones. Estas pruebas garantizan que la instalación es segura, estable y conforme a normativa.
Si se trata de una reforma importante o se ha hecho desde cero, puede ser necesaria una boletín eléctrico o CIE (Certificado de Instalación Eléctrica) para registrar la instalación ante la distribuidora.
Las instalaciones eléctricas de reformas implican un proceso detallado que debe ejecutarse con profesionalidad y conocimiento técnico. Desde el trazado de las rozas hasta el montaje del cuadro eléctrico y la instalación de mecanismos, cada fase es clave para lograr un resultado seguro, eficiente y adaptado a las necesidades actuales.